"Descubren en el yacimiento de La Rexidora animales que vivieron en el norte de España hace más de 35.000 años".
 
"Los paleontólogos revelan los secretos de la gran fauna que vivió en la cornisa cantábrica"

La hiena forma parte de un conjunto de descubrimientos excepcionales que se llevan realizando en los últimos años en la cornisa cantábrica.

 

La excavación de huesos y esqueletos completos nos proporciona una información relevante acerca de la anatomía, la talla, la estructura de la población e incluso el comportamiento de los animales, muchos de ellos pertenecientes a especies extintas.

 

Unos hallazgos inusuales, ya que por lo general las acumulaciones de fósiles cuaternarios en la península Ibérica han sido originadas por la actividad de humanos o carnívoros, que tienden a disgregar los huesos, lo que dificulta su estudio."

La hiena europea del Pleistoceno Superior, también conocida como hiena de las cavernas por la costumbre de ubicar sus cubiles dentro de las cuevas, pertenecía a la misma especie que la hiena manchada africana actual, aunque presentaba una robustez visiblemente superior.

 

El fuerte cráneo de la hiena alberga una poderosa musculatura que, en combinación con sus masivos molares y premolares, la dotan de uno de los aparatos masticadores más potentes de los mamíferos, permitiéndole triturar huesos con facilidad.

Foto: Pau Fabrega

Cráneo de hiena

En una estrecha galería de la cueva de La Rexidora, Adrián Álvarez y Noelia Sánchez excavan un nivel de acumulación de huesos de bisonte.

 

Este trabajo se lleva a cabo con gran delicadeza, utilizando utensilios de madera para no dañar los fósiles.

 

A la izquierda se muestra la ubicación geográfica y la cronología, a escala del Cuaternario, de los yacimientos asturianos de La Rexidora y Jou Puerta.

Huesos de bisonte

"...el hallazgo aquí narrado corresponde a la cam­paña de excavación de 2017 llevada a cabo por un equipo de paleontólogos del Departamento de Geología de la Universidad de Oviedo en la cueva de La Rexidora, ubicada en el concejo asturiano de Ribadesella".

 

El yacimiento, que se excava desde 2012, consiste en una dolina o pozo natural que actuó como una trampa para muchos animales, en su mayoría bisontes.

Sus huesos, que no han sido alterados por depredadores –ni animales carnívoros ni hu­manos–, han permanecido prácticamente intactos durante decenas de milenios.

Estas cavernas constituyen verdaderas «cámaras del tiempo» en las que los restos óseos de animales se han conservado prácticamente inalterados durante miles de años, protegidos de la erosión física, química y biológica.

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La Rexidora en los medios

Pedro García, gerente de La Rexidora y descubridor del yacimiento, en el interior de una de sus galerías.

Investigadores de la Universidad de Oviedo en el interior de una de las galerías de La Rexidora